La respuesta a esta cuestión es afirmativa, pues los conejos son animales muy sociables e inteligentes. Con estas premisas, ya solo nos falta tiempo, paciencia y un buen método para que el pequeño mamífero coma de nuestra mano… y más. Os contamos las claves en este post. ¡Ánimo que, en unos clics, el reto es posible!
Idiosincrasia de los conejos
Antes de poner en marcha cualquier método de entrenamiento de un conejo, conviene reflexionar sobre la forma de ser de estos encantadores animalitos.
Con las siguientes pinceladas, sabrás más acerca de sus cualidades, comportamiento y motivaciones:
“Durante el entrenamiento, no regañes a tu conejo, no lo castigues, no le grites. De esta manera sólo conseguirás crearle ansiedad y retrasar el adiestramiento”
Entrenar a un conejo: el método click
Adiestrar a un conejo tiene infinitas ventajas, pues además de facilitar la convivencia con él, lo mantiene activo y se refuerza el vínculo de amistad entre animal y humano.
¿Te suena el sistema de entrenamiento basado en el método click?
A continuación te lo explicamos paso a paso.
Con la ayuda del clicker y de los premios, se puede lograr que el conejo obedezca una serie de órdenes encaminadas a aprender o modificar diversas conductas.
“El funcionamiento del clicker está basado en el condicionamiento clásico (del fisiólogo ruso Iván Pavlov), como método de aprendizaje y consistente en la asociación entre dos estímulos”
Elige el momento oportuno
Tu pequeño animal estará más motivado si empiezas el adiestramiento antes de darle de comer.
Puedes ofrecerle unas cuantas golosinas o trocitos de sus verduras preferidas.
Cuando esté masticando la golosina o el trocito de zanahoria, por ejemplo, acciona una vez el clicker.
Al acabar el primer bocado, dale otro y haz click de nuevo.
Repite la acción hasta acabar con el puñado de golosinas o verdura que tenías preparadas.
Con esta rutina, el conejo asociará el sonido con el premio alimenticio.
Cuatro retos en sesiones breves
Un conejo se aburre si las etapas del adiestramiento son largas, lentas y tediosas. Por eso, intentaremos planificarlo todo muy bien para que se conviertan en experiencias agradables para él.
Prepara de antemano todo lo que vas a necesitar para el entrenamiento, como el clicker, las golosinas, alimentos, juguetes, objetos, etc.
Dale la golosina rápidamente, no tardes más de cinco segundos tras el sonido del clicker.
Empieza con retos sencillos, como los que te proponemos a continuación, para que se vaya acostumbrado a una disciplina, y poco a poco aumenta la dificultad de los mismos.
Alcanzar un objeto sonoro
El animal tiene que tocar un elemento sonoro, como un cascabel o un sonajero.
Ve acercando la golosina a su nariz para que la olfatee y mantenla hasta que llegue al objetivo, que estará a una distancia prudencial.
Cuando el conejo logre tocar el cascabel, aprieta el clicker y dale su recompensa.
Repite este paso varias veces y cuando veas que el animal se cansa, para.
A medida que logre superar el reto, puedes ir alejando un poco más el objetivo.
Orden de sentarseOrdénale al conejo que se siente, diciendo “siéntate”. En cuanto obedezca, clica y dale su premio.
Cuando el conejo se familiarice con la orden, puedes ir retrasando gradualmente el momento de darle la golosina.
De esta forma, conseguirás que el animal se siente sin necesidad de estímulos sonoros ni premios.
Si quieres que se levante, repite el ejercicio, pero con la orden “levántate” o “arriba”.
Los premios no han de ser necesariamente materiales, puede ser su alimento preferido, pero también mimos o cualquier otra cosa que le guste hacer especialmente a tu animal.
Enseñarle que acuda a ti cuando lo llamesCerciórate de que te olfatea y sigue tus movimientos.
Cuando acuda a ti, dale la golosina.
Muéstrate firme durante el entrenamiento, sólo así conseguirás que el animal entienda por qué motivo lo premias.
“Puedes completar las órdenes de adiestramiento con elogios, como “siéntate, muy bien” o “entra aquí, genial”
Colocación de un arnésPara esta tarea necesitarás una gran dosis de paciencia y hacerlo en varias fases.
El primer paso es recompensarlo por el mero hecho de acercarse al arnés, olerlo y tocarlo.
Dale otra golosina cuando se deje poner la armadura en la espalda.
Vuelve a gratificarlo por dejar que le levantes una patita y por estar tranquilo a medida que se la vas colocando. Recompensa cada uno de los movimientos en los que se muestre tranquilo.
Finalmente, cuando hayas logrado colocarle el arnés, déjaselo puesto durante unos minutos, sin ajustar, para que se acostumbre. Acto seguido, quítaselo para que no se agobie.
En otro momento, puedes ya ponerle el arnés.
Luego, enséñale a familiarizarse con la correa y a arrastrarla, antes de engancharla al arnés.
Existen otros retos, divertidos y útiles. Por ejemplo, entrenar a tu conejo ante situaciones que le produzcan temor o desconfianza (como prepararlo para un viaje o visita al veterinario), cortarle las uñas o habituarlo a entrar en su jaula cuando anochece.
Retirada gradual de los premios
El objetivo final es que el conejo haga las cosas sin tener que recibir una golosina a cambio. Lo lograrás siguiendo estos pasos:
Cuando el peludo responda con éxito a una orden determinada es el momento de reducir la frecuencia de las golosinas.
Puedes ir alternando: una vez le das el premio y a la siguiente vez no.
Otra opción es ofrecerle la golosina de vez en cuando.
Sustituye gradualmente las golosinas por caricias y deja el alimento para reforzar su conducta en momentos puntuales.
Recuerda que una de las claves del éxito del adiestramiento de un conejo es la planificación. Una vez tengas el plan, organiza cada paso y ponlo en práctica con paciencia.
¡Mucha suerte! ¡Seguro que lo consigues y tanto a tu pequeño animal como a ti os encantará la experiencia!
Idiosincrasia de los conejos
Antes de poner en marcha cualquier método de entrenamiento de un conejo, conviene reflexionar sobre la forma de ser de estos encantadores animalitos.
Con las siguientes pinceladas, sabrás más acerca de sus cualidades, comportamiento y motivaciones:
- El conejo común –Oryctolagus cuniculus– es una especie de mamífero lagomorfo, de la familia Leporidae. Es el único representante del género Oryctolagus.
- Al ser un animal presa, intentará escapar ante cualquier situación que le produzca temor.
- Para ser educado, necesita un clima propicio, que le dé confianza. Por eso, antes de tocarlo, debemos acercarnos a él para que nos huela.
- Su gran inteligencia lo capacita para responder de manera activa a los incentivos positivospropuestos por los humanos.
- Por el contrario, se retraerá ante los gritos y castigos.
- El refuerzo positivo siempre dará buenos resultados.
- La ayuda de motivadores, como los snacks, juguetes e, incluso, las caricias, son grandes aliados en el entrenamiento del pequeño peludo.
- Su visión es mejor de lejos y hacia los lados que no de cerca y hacia el frente. Esto se debe a la singular separación de sus ojos. Tenlo en cuenta a la hora de ofrecerle alguna golosina. Debes colocarla bajo su nariz y boca, ya que estos sentidos son más eficaces que la vista.
- No olvides que son animales delicados y sensibles. Trátalos con toda la suavidad y cariño que se merecen.
- Tus caricias en la cabeza serán bien recibidas por el conejo, no así en el resto del cuerpo. Procura evitarlas para no intimidarlo.
“Durante el entrenamiento, no regañes a tu conejo, no lo castigues, no le grites. De esta manera sólo conseguirás crearle ansiedad y retrasar el adiestramiento”
Entrenar a un conejo: el método click
Adiestrar a un conejo tiene infinitas ventajas, pues además de facilitar la convivencia con él, lo mantiene activo y se refuerza el vínculo de amistad entre animal y humano.
¿Te suena el sistema de entrenamiento basado en el método click?
A continuación te lo explicamos paso a paso.
- El clicker
Con la ayuda del clicker y de los premios, se puede lograr que el conejo obedezca una serie de órdenes encaminadas a aprender o modificar diversas conductas.
“El funcionamiento del clicker está basado en el condicionamiento clásico (del fisiólogo ruso Iván Pavlov), como método de aprendizaje y consistente en la asociación entre dos estímulos”
Elige el momento oportuno
Tu pequeño animal estará más motivado si empiezas el adiestramiento antes de darle de comer.
Puedes ofrecerle unas cuantas golosinas o trocitos de sus verduras preferidas.
Cuando esté masticando la golosina o el trocito de zanahoria, por ejemplo, acciona una vez el clicker.
Al acabar el primer bocado, dale otro y haz click de nuevo.
Repite la acción hasta acabar con el puñado de golosinas o verdura que tenías preparadas.
Con esta rutina, el conejo asociará el sonido con el premio alimenticio.
Cuatro retos en sesiones breves
Un conejo se aburre si las etapas del adiestramiento son largas, lentas y tediosas. Por eso, intentaremos planificarlo todo muy bien para que se conviertan en experiencias agradables para él.
Prepara de antemano todo lo que vas a necesitar para el entrenamiento, como el clicker, las golosinas, alimentos, juguetes, objetos, etc.
Dale la golosina rápidamente, no tardes más de cinco segundos tras el sonido del clicker.
Empieza con retos sencillos, como los que te proponemos a continuación, para que se vaya acostumbrado a una disciplina, y poco a poco aumenta la dificultad de los mismos.
Alcanzar un objeto sonoro
El animal tiene que tocar un elemento sonoro, como un cascabel o un sonajero.
Ve acercando la golosina a su nariz para que la olfatee y mantenla hasta que llegue al objetivo, que estará a una distancia prudencial.
Cuando el conejo logre tocar el cascabel, aprieta el clicker y dale su recompensa.
Repite este paso varias veces y cuando veas que el animal se cansa, para.
A medida que logre superar el reto, puedes ir alejando un poco más el objetivo.
Orden de sentarseOrdénale al conejo que se siente, diciendo “siéntate”. En cuanto obedezca, clica y dale su premio.
Cuando el conejo se familiarice con la orden, puedes ir retrasando gradualmente el momento de darle la golosina.
De esta forma, conseguirás que el animal se siente sin necesidad de estímulos sonoros ni premios.
Si quieres que se levante, repite el ejercicio, pero con la orden “levántate” o “arriba”.
Los premios no han de ser necesariamente materiales, puede ser su alimento preferido, pero también mimos o cualquier otra cosa que le guste hacer especialmente a tu animal.
Enseñarle que acuda a ti cuando lo llamesCerciórate de que te olfatea y sigue tus movimientos.
Cuando acuda a ti, dale la golosina.
Muéstrate firme durante el entrenamiento, sólo así conseguirás que el animal entienda por qué motivo lo premias.
“Puedes completar las órdenes de adiestramiento con elogios, como “siéntate, muy bien” o “entra aquí, genial”
Colocación de un arnésPara esta tarea necesitarás una gran dosis de paciencia y hacerlo en varias fases.
El primer paso es recompensarlo por el mero hecho de acercarse al arnés, olerlo y tocarlo.
Dale otra golosina cuando se deje poner la armadura en la espalda.
Vuelve a gratificarlo por dejar que le levantes una patita y por estar tranquilo a medida que se la vas colocando. Recompensa cada uno de los movimientos en los que se muestre tranquilo.
Finalmente, cuando hayas logrado colocarle el arnés, déjaselo puesto durante unos minutos, sin ajustar, para que se acostumbre. Acto seguido, quítaselo para que no se agobie.
En otro momento, puedes ya ponerle el arnés.
Luego, enséñale a familiarizarse con la correa y a arrastrarla, antes de engancharla al arnés.
Existen otros retos, divertidos y útiles. Por ejemplo, entrenar a tu conejo ante situaciones que le produzcan temor o desconfianza (como prepararlo para un viaje o visita al veterinario), cortarle las uñas o habituarlo a entrar en su jaula cuando anochece.
Retirada gradual de los premios
El objetivo final es que el conejo haga las cosas sin tener que recibir una golosina a cambio. Lo lograrás siguiendo estos pasos:
Cuando el peludo responda con éxito a una orden determinada es el momento de reducir la frecuencia de las golosinas.
Puedes ir alternando: una vez le das el premio y a la siguiente vez no.
Otra opción es ofrecerle la golosina de vez en cuando.
Sustituye gradualmente las golosinas por caricias y deja el alimento para reforzar su conducta en momentos puntuales.
Recuerda que una de las claves del éxito del adiestramiento de un conejo es la planificación. Una vez tengas el plan, organiza cada paso y ponlo en práctica con paciencia.
¡Mucha suerte! ¡Seguro que lo consigues y tanto a tu pequeño animal como a ti os encantará la experiencia!
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